EL PASSADO DOMINGO 22 DE MAYO,LA EBI DE LA SEDE NACIONAL DUARTE ,ESTUVO CELEBRANDO LA FIESTA DE CUMPLEAÑOS DEL MES,DONDE COM GRAN ALEGRIA PASSARON UNA MAÑANA MUY ESPECIAL Y DIVERTIDA.
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lunes, mayo 23, 2011
viernes, mayo 20, 2011
Unidad 3: Odiando las cosas equivocadas
ELIAS ERA un niño obediente, que crecía con temor y sabiduría delante de los padres y de Dios. Él era el ejemplo de la clase, pues siempre escapaba de las confusiones y problemas.
Sus amigos vivían llamándolo para hacer lío, pero él nunca aceptaba. Un día, ellos resolvieron dibujar en los muros de la escuela con carbón y Elías les aconsejó que no hagan aquello, pues era muy peligroso. ¡Ya pensó si la directora los agarrase haciendo aquello! ¡En que grande problema ellos se meterían! Elías también luego se acordó del consejo que su padre siempre le dio: Todo aquel que tiene el temor a Dios, tiene odio y se desvía del mal; Dios guarda su camino y lo preserva de todo peligro.
Cuando llegó en su casa, contó todo para sus padres y luego elogiaron su actitud. Al otro día, en el horario del recreo, los niños fueron a dibujar en la pared. ¡Ah! No fue algo bueno para ellos, pues la directora los agarró a todos flagrantes… ¿Saben adonde fueron a parar? En la secretaria.
Los padres de los niños fueron llamados y todos se quedaron de castigo durante un mes, sin ver sus dibujos favoritos y sin jugar con los amiguitos después de hacer las tareas de la escuela. Los niños se arrepintieron de lo que hicieron que lo mejor era hacer como Elías: huir de las cosas equivocadas.
¿Saben lo que ellos hicieron después de eso, niños? Pidieron a Elías para que les enseñase el secreto de mantenerse fuera de los líos y él no perdió tiempo para decirles que deberían obedecer a sus padres y dar oídos a lo que la Biblia nos enseña. Elías también aprovecho la oportunidad para invitar a sus amiguitos para que participen de la EBI. Ellos oyeron su consejo y aceptaron la invitación para frecuentar a la EBI. ¡Qué maravilla!
Conclusión:
Cuando respectamos y amamos a Jesús huimos de las cosas equivocadas y todo de lo que Le desagrada. El niño que teme a Dios no miente, no habla malas palabras, respecta a sus amiguitos y no se envuelve en problemas. ¿Ustedes entendieron? ¡Muy bien!
Sus amigos vivían llamándolo para hacer lío, pero él nunca aceptaba. Un día, ellos resolvieron dibujar en los muros de la escuela con carbón y Elías les aconsejó que no hagan aquello, pues era muy peligroso. ¡Ya pensó si la directora los agarrase haciendo aquello! ¡En que grande problema ellos se meterían! Elías también luego se acordó del consejo que su padre siempre le dio: Todo aquel que tiene el temor a Dios, tiene odio y se desvía del mal; Dios guarda su camino y lo preserva de todo peligro.
Cuando llegó en su casa, contó todo para sus padres y luego elogiaron su actitud. Al otro día, en el horario del recreo, los niños fueron a dibujar en la pared. ¡Ah! No fue algo bueno para ellos, pues la directora los agarró a todos flagrantes… ¿Saben adonde fueron a parar? En la secretaria.
Los padres de los niños fueron llamados y todos se quedaron de castigo durante un mes, sin ver sus dibujos favoritos y sin jugar con los amiguitos después de hacer las tareas de la escuela. Los niños se arrepintieron de lo que hicieron que lo mejor era hacer como Elías: huir de las cosas equivocadas.
¿Saben lo que ellos hicieron después de eso, niños? Pidieron a Elías para que les enseñase el secreto de mantenerse fuera de los líos y él no perdió tiempo para decirles que deberían obedecer a sus padres y dar oídos a lo que la Biblia nos enseña. Elías también aprovecho la oportunidad para invitar a sus amiguitos para que participen de la EBI. Ellos oyeron su consejo y aceptaron la invitación para frecuentar a la EBI. ¡Qué maravilla!
Conclusión:
Cuando respectamos y amamos a Jesús huimos de las cosas equivocadas y todo de lo que Le desagrada. El niño que teme a Dios no miente, no habla malas palabras, respecta a sus amiguitos y no se envuelve en problemas. ¿Ustedes entendieron? ¡Muy bien!
domingo, mayo 15, 2011
SER EDUCADORA ES...
Ser educadora es... orar todos los días por sus alumnos y ayudarlos a que tengan óptimas experiencias de aprendizaje a través de la Palabra de Dios
Ser educadora es... ser la primera en llegar en clase, con el fin de organizar el material y recibir a cada alumno con una gran sonrisa.
Ser educadora es... consumir horas y horas pensando en cada detalle de su clase que, mismo eniéndola todos los días, a cada día es única y original.
Ser educadora es... entrar cansada en una clase y delante de la reacción de los niños, transformar el cansancio en una maravillosa experiencia llevando a cada niño al Señor Jesús.
Ser educadora es... tener amor, es como cultivar una planta muy rara que necesita de mucha atención y cuidado.
Ser educadora es... adquirir una dimensión espiritual en su ministerio de forma tal que pueda hacer diagnóstico y pronósticos acerca de su trabajo.
Que usted aproveche al máximo la oportunidad que el Señor le ha dado a usted, como educadora de la EBI.
Le doy gracias a Dios por su vida y su ministerio y que Dios las bendiga grandemente.
Le doy gracias a Dios por su vida y su ministerio y que Dios las bendiga grandemente.
viernes, mayo 13, 2011
Unidad 2: El obediente y el bendecido
HABÍA UN niño que se llamaba Rafael. Él era muy obediente y todo lo que aprendía en la EBI sobre la Palabra de Dios, practicaba con mucha alegría. En una de las clases, la educadora enseñó el Salmo 112.1-4, que habla sobre las bendiciones que recibimos de Dios a través de la obediencia. Ella lo explicó tan bien, que Rafael consiguió entender que feliz es aquel que teme a Dios y tiene placer en obedecer a Sus mandamientos.
El niño se quedó tan interesado sobre el asunto que, en el carro, volviendo de la escuela, quiso saber del padre si el siempre obedeció a Dios con alegría. El Sr. Augusto aprovecho la oportunidad para no solo responder al hijo, pero , también, enseñarle que la Biblia dice que feliz es el hombre que respecta a Dios, cumple Sus mandamientos, y que la generación de la persona fiel y justa seria bendecida. Y como todo niño, Rafael se puso curioso para saber quién era la generación de su padre y él le dijo: Mi generación eres tú, un hijo obediente, estudioso y que también se alegra de las cosas de Dios. Disfrutemos de estas bendiciones porque yo y tu madre siempre obedecemos a Dios con alegría.
La conversación de los dos continúo y el Sr. Augusto continúo contando para su hijo sobre las maravillas que la Biblia dice y cuanto a Dios los había bendecido, pues poseían una linda casa, mesa llena, buenas ropas, carro, alegría y paz. ¡Ah que maravilla! Qué maravilla es amar y respectar a Dios.
CONCLUSION:¡Ah! Qué maravilla es amar, respectar y obedecer a Dios… ¿No es cierto niños? A partir de aquel día, Rafael entendió que feliz era la persona que teme a Dios. ¿Quién de aquí desea ser feliz? Entonces ahora ustedes conocen el camino: respectar y amar a Dios.
El niño se quedó tan interesado sobre el asunto que, en el carro, volviendo de la escuela, quiso saber del padre si el siempre obedeció a Dios con alegría. El Sr. Augusto aprovecho la oportunidad para no solo responder al hijo, pero , también, enseñarle que la Biblia dice que feliz es el hombre que respecta a Dios, cumple Sus mandamientos, y que la generación de la persona fiel y justa seria bendecida. Y como todo niño, Rafael se puso curioso para saber quién era la generación de su padre y él le dijo: Mi generación eres tú, un hijo obediente, estudioso y que también se alegra de las cosas de Dios. Disfrutemos de estas bendiciones porque yo y tu madre siempre obedecemos a Dios con alegría.
La conversación de los dos continúo y el Sr. Augusto continúo contando para su hijo sobre las maravillas que la Biblia dice y cuanto a Dios los había bendecido, pues poseían una linda casa, mesa llena, buenas ropas, carro, alegría y paz. ¡Ah que maravilla! Qué maravilla es amar y respectar a Dios.
CONCLUSION:¡Ah! Qué maravilla es amar, respectar y obedecer a Dios… ¿No es cierto niños? A partir de aquel día, Rafael entendió que feliz era la persona que teme a Dios. ¿Quién de aquí desea ser feliz? Entonces ahora ustedes conocen el camino: respectar y amar a Dios.
domingo, mayo 08, 2011
Unidad 1: Alegrando los padres
ISRAEL ERA un niño muy obediente, tanto con sus padres como con los profesores y los más viejos. Su madre nunca tuvo dificultad en momento de ir a la escuela. Era solamente llamarlo que el corría para cambiarse todo contento. Y así era con todo lo que le mandaba hacer. ¿Qué buen niño, no es cierto?
Cierta vez, su amigo Ricardo lo invitó para ir a una fiesta y contó todo lo que iba a haber allí. ¡Ah, que fiesta! ¡Qué cosa buena! Pensó Israel, que luego sintió el deseo de pedir a su madre para participar. Y fue exactamente eso lo que él hizo al llegar en su casa. Pero, su mamá lo hizo acordar de la prueba de matemática que era mejor que no vaya a la fiesta, pero si a estudiar, para que se saque buenas notas. Como era un niño muy bueno y obediente, fue lo que hizo Israel, fue en casa estudiando, pues sabía que los consejos de la mamá eran para su bien.
Al otro día, al llegar en la escuela, Israel buscó a su amigo Ricardo y le dijo que no podría ir a la fiesta, pues tendría prueba y se quedaría estudiando conforme su mamá lo había orientado. Ricardo creyó que se actitud fue media tonta, y le contó que su mamá tampoco no lo había dejado ir a la fiesta, pero el iría de cualquier forma. ¿Será que desobedecer a los padres es una buena idea?
En el día de la prueba, Ricardo estaba cansado y no sabía nada. Pues no había estudiado. Pero Israel estaba dispuesto e hizo la prueba con toda atención. Y el resultado no podría ser otro: Israel sacó una buena nota y Ricardo fue reprobado. Por causa de la desobediencia, él se quedaría varios fines de semanas sin pasear, sin jugar con los amiguitos. Ya Israel, fue elogiado por la profesora, por los padres y podría participar de muchas fiestas en los fines de semana y jugar tranquilo con los amiguitos.
Conclusión
¿Vieron cómo vale la pena ser obediente? Por eso, niños, debemos siempre obedecer a nuestros padres y a los más viejos, por lo tanto, ellos como Dios se ponen muy alegres y, por eso, somos muy bendecidos.
Cierta vez, su amigo Ricardo lo invitó para ir a una fiesta y contó todo lo que iba a haber allí. ¡Ah, que fiesta! ¡Qué cosa buena! Pensó Israel, que luego sintió el deseo de pedir a su madre para participar. Y fue exactamente eso lo que él hizo al llegar en su casa. Pero, su mamá lo hizo acordar de la prueba de matemática que era mejor que no vaya a la fiesta, pero si a estudiar, para que se saque buenas notas. Como era un niño muy bueno y obediente, fue lo que hizo Israel, fue en casa estudiando, pues sabía que los consejos de la mamá eran para su bien.
Al otro día, al llegar en la escuela, Israel buscó a su amigo Ricardo y le dijo que no podría ir a la fiesta, pues tendría prueba y se quedaría estudiando conforme su mamá lo había orientado. Ricardo creyó que se actitud fue media tonta, y le contó que su mamá tampoco no lo había dejado ir a la fiesta, pero el iría de cualquier forma. ¿Será que desobedecer a los padres es una buena idea?
En el día de la prueba, Ricardo estaba cansado y no sabía nada. Pues no había estudiado. Pero Israel estaba dispuesto e hizo la prueba con toda atención. Y el resultado no podría ser otro: Israel sacó una buena nota y Ricardo fue reprobado. Por causa de la desobediencia, él se quedaría varios fines de semanas sin pasear, sin jugar con los amiguitos. Ya Israel, fue elogiado por la profesora, por los padres y podría participar de muchas fiestas en los fines de semana y jugar tranquilo con los amiguitos.
Conclusión
¿Vieron cómo vale la pena ser obediente? Por eso, niños, debemos siempre obedecer a nuestros padres y a los más viejos, por lo tanto, ellos como Dios se ponen muy alegres y, por eso, somos muy bendecidos.
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